lunes, 13 de mayo de 2013

Queja absurda

(La entrada forma parte de un ejercicio y no se debería tomar en serio)  



Yo de lo que verdaderamente estoy harto es del concepto de cerrar un negocio dos horas cada día para comer.  Imagínate como me sacó de las casillas cuando tuve que esperar que el peluquero terminara su plato para un corte de pelo, encima tenía una cita importante luego.  Ya no aguanto más.  
       
Para colmo, si no están comiendo o durmiendo, los españoles están en las calles con sus pancartas hablando malo de los bancos o de los políticos.  No tengo ningún duda que son culpables; los bancos también cierran a las dos de la tarde; y sé que Stéphane Hessel dijo a las personas ´¡Indignaos!´, pero hay un límite.  Basta hombre, basta. 

Para más inri, cuando viaja, es un milagro que no muera.  Si voy andando, un ciclista o un patinador probablemente me atropelle; en autobús espero todavía un viaje sin incidentes; en el metro el agua gotea cada vez que llueve, y ya resbalé una vez. 

Estoy hasta las narices con toda la gesticulación, el aceite de oliva, las siestas, los ´hostias´- ¡En mi país esas cosas no pasan¡

5 comentarios:

  1. Vaya tío, hay muchas cosas de que te saca de las casillas. Pero estoy totalmente de acuerdo contigo de que los horarios aquí son absurdos. Es sólo pasa en los países donde se tiene siestas. Me parece muy raro.

    ResponderEliminar
  2. Lo que más me gusta es el subtítulo que has puesto entre paréntesis.

    ResponderEliminar
  3. Gracias- si, es fácil ofender si la gente no sepa esto

    ResponderEliminar
  4. Tío, estás demasiado tenso! Tranquilate!

    ResponderEliminar
  5. Estoy de acuerdo tio! También en los domingos, no hay ningunas tiendas abiertas y no puedo permitirme comer en un restaurante! ¿Qué puedo hacer?!

    ResponderEliminar